Nº 128 Miradas

Ojalá, en el día de hoy, recuperes tu mirada de niño

Los niños y niñas viven con una amplitud e intensidad que nosotros los adultos añoramos en lo más profundo de nuestro corazón. Nuestros pequeños, con su Alegría, desparpajo, sorpresa, ternura, vulnerabilidad, inocencia, imaginación… son el puente entre lo divino y lo humano. Están en pleno contacto con el Alma.

El adulto que en lugar de educar decide Cuidar el Alma de un pequeño, se ve invitado por la Vida a dejar atrás todo aquello que le impide vivir con plenitud, y así el cuidado de un pequeño se convierte en una vía de crecimiento y Alegría para ambos.

Cristóbal Gutiérrez Navas

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